Lozano: “Hay una colonización del Estado por los principales capitales"
El economista y dirigente de Unidad
Popular Claudio Lozano expresó que con la llegada del gobierno de
Mauricio Macri “hay una decisión de que el Estado actúe como soporte,
sostén y apuntale las opciones de negocios” de los principales grupos
económicos. Además, indicó que “hay una colonización del aparato estatal
por parte de las principales firmas que operan en el país. De hecho, 7
de cada 10 funcionarios que integran el gabinete nacional actual son
representantes directos de las principales empresas, bancos, sectores
del comercio o las finanzas”.
Es por ello que, en declaraciones a El Ciudadano,
el ex diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires planteó la
necesidad de “una confluencia política nueva” de los sectores de
centroizquierda que “pueda construir condiciones de vida y de desarrollo
del pueblo argentino distintas”.
—Lo planteó el Partido Socialista,
lo dijo también Margarita Stolbizer, ¿es el momento de buscar esa
confluencia de fuerzas de centroizquierda?
—Sí, pero tomando en cuenta el tema de no
repetir errores. Nosotros participamos tanto de la experiencia de
Proyecto Sur como del FAP. Ahora, desde el vamos siempre dijimos que
esas experiencias no tenían que tomar el atajo que suelen tomar las
experiencias de centroizquierda, que terminan de furgón de cola de los
partidos tradicionales. Y lamentablemente tanto en el caso de Proyecto
Sur como del FAP, muchos de los compañeros o las fuerzas con las que
trabajábamos rápidamente fueron al acuerdo con la UCR (que se tradujo en
el frente Unen en Capital Federal). De la mano de eso terminaron en
situaciones sumamente complejas de no saber cómo diferenciarse de lo que
fue el acuerdo de la UCR con el PRO. Así que una de las tantas
enseñanzas de la historia reciente, tanto para aquellos que desde la
centroizquierda fueron hacia el peronismo y quedaron subordinados a la
experiencia kirchnerista como aquellos que fueron al acuerdo con la UCR,
es que si se quiere construir en serio una propuesta distinta, hay que
perseverar en el intento y no regalarse en la primera de cambio.
—Desde la asunción de Macri, el
gobierno no hizo otra cosa que desregular todos los ámbitos de la
economía, ¿preocupa que el Estado no le ponga coto a los grupos
poderosos?
—Más que una desregulación absoluta, lo
que hay es una decisión de que el Estado actúe como soporte, sostén y
apuntale las opciones de negocios de sus actores. Porque del mismo modo
que desregulan, también alientan subsidios, por eso les reconocen el
barril de petróleo a 70 dólares cuando en el mundo está 45 o les
reconocen un precio en el gas por encima de los valores internacionales.
O sea, no tienen ningún empacho en subsidiar y garantizar rentas
extraordinarias a los principales capitales. Por otra parte, hay una
colonización del aparato estatal por parte de las principales firmas de
nuestro país. De hecho, 7 de cada 10 funcionarios que integran el
gabinete nacional actual son representantes directos de las principales
empresas, bancos, sectores del comercio o las finanzas. Por otra parte,
es casi nula la presencia del sector industrial, lo cual dice con toda
claridad que la orientación de esta experiencia está basada en una
Argentina dominantemente primaria, extractivista y consecuentemente sin
capacidad de ofrecerle un futuro al conjunto de la sociedad.
—De todos modos, ¿crees que Macri esperaba otra cosa del empresariado? ¿Creía que lo iban a acompañar más?
—Seguramente le debe haber parecido
inadecuado el modo en que se aceleraron los precios a partir de la
devaluación y la quita de retenciones. Igualmente revela un
desconocimiento profundo de cómo funcionan los principales capitalistas
en la Argentina, nadie podía esperar que la cosa fuera distinta. También
hay una cierta ingenuidad en la espera de inversiones extranjeras como
si éstas pudieran ser la panacea de alguna solución y como si en la
Argentina la inversión extranjera ya no fuera parte. Argentina hoy está
dominada por el capital extranjero en los principales núcleos de su
actividad económica. La lógica que tiene hoy la inversión extranjera en
la Argentina no es la que sirve para poder reorientar el rumbo
productivo del país. Hoy la apuesta es el blanqueo, que muchos de los
que se han llevado la guita en pala se transformen en acreedores de la
Argentina. Buena parte del blanqueo en curso tiene que ver con conseguir
una masa de financiamiento que le permita al gobierno sostener cierta
recomposición de la actividad económica en base a deuda.
“Muchos gremios se bajaron de la pelea y le abrieron una tregua al gobierno”
—El panorama para el trabajador es
muy preocupante, a la caída en el empleo se le suman paritarias a la
baja y tarifazos en los servicio públicos, ¿cómo evalúa el papel del
sindicalismo en este escenario?
—El sindicalismo no es una cosa homogénea.
Hay sectores que tanto desde la experiencia de la CTA Autónoma, lo
ocurrido con algunos gremios de la CGT caso Bancarios, caso Aceiteros,
organizaciones sociales y territoriales como la Corriente Clasista y
Combativa y Barrios de Pie, van conformando un conglomerado de
respuestas sociales importantes. Creo que el sindicalismo ha mostrado
una vez más esa actitud ambivalente que siempre le conocemos. Creo que
produjo un efecto muy importante en términos de cuestionamiento lo que
fue la movilización de todas las centrales planteada el 29 de abril.
Pero claramente a partir de allí hubo varios que se bajaron de la pelea
frente a lo ocurrido y que ciertamente le abrieron una tregua al
gobierno en donde apareció la discusión sobre los 30 mil millones de
pesos retenidos de las obras sociales. Y esto aparece como si tuvieran
que dejar de expresar los problemas de los trabajadores cuando en
realidad esos fondos eran correspondientes a las obras sociales, el
gobierno no les está dando ninguna dádiva, simplemente está haciendo lo
que corresponde hacer. Por lo tanto, no es muy razonable que sectores
importantes de la estructura cegetista se hayan corrido de la pelea.
Igualmente yo creo que es absolutamente provisorio porque el escenario
de la Argentina en términos sociales no hace más que agravarse. Creo que
además el conflicto social le está planteando límites muy precisos al
gobierno nacional. En ese sentido, el gobierno de Mauricio Macri no ha
podido avanzar en el recorte del gasto público o del ajuste fiscal, no
ha podido avanzar en paritarias en los niveles que ellos querían, las
paritarias superaron lo que ellos pretendían, no han podido avanzar en
el tarifazo como querían. Todo esto no es otra cosa que contradicciones y
contradicciones que hacia adelante debilitan la posibilidad de que esta
situación se afirme. Por lo tanto, creo que vamos a la creación de
condiciones sociales y políticas para que se abra una nueva propuesta.
Fuente: El Ciudadano Web
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